A LOS ARTISTAS
….-Queridos artistas, saben ustedes muy bien que hay muchos estímulos, interiores y exteriores, que pueden inspirar su talento. No obstante, en toda inspiración auténtica hay una cierta vibración de aquél “soplo” con el que el Espíritu creador impregnaba desde el principio la obra de la creación. Presidiendo sobre las misteriosas leyes que gobiernan el universo, el soplo divino del Espíritu creador se encuentra con el genio del hombre, impulsando su capacidad creativa.
Lo alcanza con una especie de iluminación interior, que une al mismo tiempo la tendencia al bien y a lo bello, despertando en él las energías de lamente y del corazón, y haciéndolo así apto para concebir la idea y darle forma en la obra de arte.
Se habla justamente entonces, si bien de manera análoga, de “momentos de gracia”, porque el ser humano es capaz de tener una cierta experiencia del Absoluto que lo trasciende.-…..
Carta de Juan Pablo II los artistas (1999)
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